Durante la década de los 80 se vivió una lucha encarnizada entre dos gigantes de la rotulatción plástica por conseguir ser la marca más popular. Jovi y Carioca protagonizaron esta "guerra fria" de colores, los dos sacaban los pakcs más completos, los colores más extraños, los estuches para regalar en la primera comunión con más complementos, algunos llevaban incluso escuadras, cartabones, transportador de ángulos y hasta compás. A finales de esta década la balanza estuvo apunto decantarse del lado de Jovi con un sorprendente lanzamiento. Jovi habia inventado el rotulador de color blanco. Aquello, en principio supuso una brutal subida de las ventas, los amantes del rotulador, tanto "jovieros" como "cariocos" quisieron probar aquel novedoso invento. Lo que nadie podia suponer es que Jovi, había cavado su propia tumba. El rotulador blanco, ¿para que servia, si el papel ya era de color blanco?. Tanto los usuarios de Jovi como los de Carioca se sintieron terriblemente decepcionados por tan clamorosa estafa, habían adquirido un producto fantasma, con esto Jovi perdió toda credibilidad y la confianza de sus más fervientes seguidores y no tardaron en pasarse a Carioca, que, como mucho tenía un rotulador gris clarito, o uno color hueso, que por lo menos daban algo de tono y servian para hacer algunas sombras.
A principios de los 90 Jovi se declaró en bancarrota, hizo un ERE y finalmente desapareció para siempre.
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